La anosmia (pérdida del olfato) y no la gravedad de la enfermedad, predice el deterioro cognitivo persistente un año después de la infección por SARS-CoV-2, según sugieren los resultados preliminares de una nueva investigación. [1]
Los hallazgos brindan información importante sobre el impacto cognitivo a largo plazo de la COVID-19,...